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CRN || Web Master Migdalia Fort
10/05/2017 || 10:27am
Armando Julio Reverón Travieso fue el único hijo de Julio
Reverón Garmendia y Dolores Travieso Montilla. Nació el 10 de mayo de 1889 en
Caracas, sus padrinos fueron el general Raimundo Fonseca (1844 – 1921) y la
señora Josefina Rivas de Alfonso. Fruto de un matrimonio de desencuentros y
conflictos, su padre, un caraqueño arruinado, inestable y déspota y su madre,
Dolores de una familia valenciana de clase alta.
En 1895 inicia sus primeros estudios en el Colegio de los
Padres Salesianos en Caracas. Su tío-abuelo materno, Ricardo Montilla, quien
había estudiado en Nueva York, lo instruyo en dibujo natural y despierta en él
su vocación artística, mostrando desde niño afición por la pintura. Tras el
fracaso del matrimonio y la desaparición de su padre, en 1896 Reverón es
trasladado a la ciudad de Valencia (Venezuela), al hogar de los
Rodríguez-Zucca, una familia católica de origen canario que lo reciben y forman
durante los primeros años de su vida.
Bajo el cuidado de su nueva familia, continúa sus
estudios en el Colegio Cajigal del doctor Zuloaga y establece una estrecha
relación con Josefina, hija de la pareja, a quien aprecia como a una verdadera
hermana. Las paredes de la casa eran algunos de los primeros lienzos de
Reverón, donde éste intentaba retratar a la sirvienta de la familia, Juanita
Carrizales. En 1898 conoce el estudio de Juan Antonio Michelena, padre de
Arturo Michelena, entusiasmado comienza a copiar a los grandes maestros
europeos. Hacia 1901 realiza su primer encargo por parte de un comerciante don
Lorenzo Ochoa y copia "La Caza del Leon" de Eugène Delacroix y un año
después sufre de tifus, lo que algunos especialistas han visto como el origen
de sus futuros trastornos de personalidad; debido a esto Los Rodríguez–Zucca le
contaban a doña Dolores sobre el temperamento «triste, irascible y melancólico»
de su hijo luego de la enfermedad.
Reverón construyó varios ranchos en el terreno que compró
en Macuto; el principal era su taller, las paredes eran de tablas; el techo de
paja. Alrededor de la cintura se colocaba una gran bolsa guardaba trozos de
madera que le servían de pincel.
La decisión de mudarse, coincidió también con un cambio
de conducta y por supuesto, una transformación de sus conceptos artísticos. En
este período, al adoptar hábitos primitivos y desvinculado de la ciudad,
Reverón pudo desarrollar una percepción más profunda de la naturaleza y esto lo
llevó a emplear un método de pintar, así como a adoptar procedimientos y
materiales que se adecuaban a su afán de representar la atmósfera del paisaje
bajo efectos del deslumbramiento producido por la luz directa del Sol. Además,
creó valores cromáticos e ideó nuevos soportes, utilizando elementos
autóctonos.
Hasta el momento de su muerte gozó de pleno dominio de
sus facultades artísticas. Doce fueron los cuadros que realizó en el Sanatorio.
Sus modelos eran los propios enfermos, las enfermeras o los jardines del
hospital. Uno de sus últimos cuadros, que pertenece al Museo de Bellas Artes se
llamó «Paisaje».
La última de sus crisis tiene lugar en 1953, siendo
internado nuevamente en la clínica de Báez Finol, el mismo año en que le era
conferido el Premio Nacional de Pintura. Confortado por este tardío estímulo,
trabajaba con ahínco para una exposición que había anunciado el Museo de Bellas
Artes, cuando le sobrevino la muerte mientras se encontraba en el sanatorio San
Jorge.
Reconocimientos:
El 10 de mayo de 2016, por iniciativa del Ministerio de
la Cultura, se procedio al traslado de los restos de Reverón al Panteón
Nacional, coincidiendo con idéntico homenaje a César Rengifo (1915-1980),
pintor, muralista, dramaturgo, maestro y pensador.
Su trayectoria, objetos y obras artísticas fueron
declarados Bien de Interés Cultural de la República Bolivariana de Venezuela al
cumplirse 125 años de su nacimiento.
Su casa en Macuto (Estado Vargas) fue declarada Museo
Armando Reverón. En 1999, lamentablemente fue destruida por la tragedia de
Vargas. En octubre de 2014 se anunció un proyecto a través del Instituto
Autónomo de Infraestructura que contempla un circuito integral turístico con la
reconstrucción de El Castillete. Una réplica de la edificación servirá como
centro cultural, donde se dictarán talleres, cursos, charlas y además, como una
pequeña cinemateca.
Una universidad llevaba su nombre: Instituto
Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas Armando Reverón y ahora
tiene por nombre: Universidad Nacional Experimental de las Artes, donde se
encuentra la Plaza Armando Reverón y que cuenta con el Centro de Estudios y
Creación Artística Armando Reverón.
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