06/06/2017 || 12:32pm
La Radiodifusión en Venezuela comenzó en mayo 1926,
durante el gobierno del general Juan Vicente Gómez, cuando salió al aire la
primera emisora AYRE.
La radio en la actualidad, sigue siendo tan importante y
notable, como lo fue a principios de su lanzamiento, la variedad de programas
inundan las estaciones del país, dándole a los radioescuchas la oportunidad de
disfrutar las bondades de este medio de comunicación social.
En esta fecha en varios estados del país se celebran
diversas actividades que involucran a quienes hacen vida en una cabina de
radio.
La radio educa, informa y entretiene
Orlando José Farfán Navas, periodista, comentó que la
radio se ha convertido en un instrumento que fomenta la educación, además de
entretener e informar a la ciudadanía.
Esta iniciativa que “nos enorgullece como parte de la
radiodifusión venezolana, son
Cada 6 de junio cuando se ha hablado de lo que es la
Radiodifusión, muchas veces los que hacemos la radio no somos tomado en cuenta.
“Desde el 29 de octubre de 1930, la gente estaba
angustiada porque venía la radio. La radiodifusión es extraordinaria, la radio
del pasado se hacía con mucho mas entusiasmo que ahora y considero que la
tecnología, aunque es importante, nos ha quitado fuerza”, enfatizó.
Por su parte el radiodifusor y locutor de amplia
trayectoria, José Luis Seijas Nuñez manifestó que ve el futuro de la radio muy
promisor e hizo mención a la diferencia que existe entre la televisión y la
radio.
A su juicio “la radio es como el arroz blanco está en
todas partes. La radio la veo muy positiva. Estoy de acuerdo con las emisoras
comunitarias, con la democratización del espectro radioeléctrico, estoy
esperanzado con la radio digital, ya que hay mayor posibilidad de acceso a
ella”, detalló.
Destacó también que antiguamente los usuarios y usuarias
podían sintonizar apenas 15 emisoras de radio, ahora no se compara, porque
existe mayor cantidad de emisoras.
Historia de la Radio en Venezuela. Relato de otrora en
tiempo presente.
El país vive el tercer período de la dictadura de Juan
Vicente Gómez, que para 1926 ya lleva diecisiete años ostentando el poder del
país. Venezuela atraviesa por una etapa de poco progreso. Sin embargo, en medio
de los rigores del régimen caudillista de Gómez, la capital se deslumbra con un
novedoso avance: la Radio, que nace bajo el sistema de Amplitud Modulada (AM),
cuya característica principal sigue siendo alcanzar grandes distancias,
especialmente, si se hace uso de la onda corta. La salida al aire de la primera
emisora es todo un acontecimiento citadino, que acaparó la atención de la
prensa:
“La Estación AYRE Broadcasting Central de Caracas,
inaugurada anoche, fue construida por la poderosa firma americana Western y su
alcance es de 2.000 millas, está movida por dos motores eléctricos y su fuerza
es de doce caballos. Su altura es de 65 metros. Esta planta fue instalada en el
sector del Nuevo Circo de Caracas, entre las esquinas de San Roque y La
Yerbera, y está unida por medio de un grupo de cables con la casa situada en la
Esquina de El Tejar, número 86, en cuyo local funciona el estudio de donde se
transmiten las producciones hasta distancias que no pueden precisar...”
De esta manera el diario El Universal reseña el
importante acontecer, ese que abre las puertas a la radiodifusión venezolana,
el 23 de Mayo de 1926, fecha en la que Roberto Scholtz y Alfredo Moller,
obtienen el permiso oficial que prácticamente les concede el monopolio de las
transmisiones y el de la venta de los receptores.
Con ello se realiza el ambicioso proyecto de Roberto
Scholtz, quien logra interesar al Coronel Arturo Santana, Edecán del General
José Vicente Gómez, hijo del dictador e Inspector General del Ejército. Al
mismo tiempo, Scholtz llama a Alfredo Moller, nativo de Curazao, y ambos
conjugan esfuerzos para hacer posible este sueño en una época caracterizada por
la imposibilidad de divulgar -aún con poca libertad- temas y noticias, con el
peligro de que estas rocen con los intereses de la dictadura.
AYRE NACE BAJO EL COBIJO DE LA DICTADURA
Sholtz y Moller, ajenos a la política, propician aquella
empresa con miras a derivar de ella el sustento y el orgullo de ser pioneros de
una novel industria. Consideran que dentro de la debida discreción pueden hacer
realidad el proyecto, por eso lo estudian con constancia y, como están
conscientes del auge que cada vez está adquiriendo el mundo de la radiodifusión
fuera de nuestras fronteras, ponen no sólo empeño, sino pasión en llevarlo
adelante.
Así, AYRE cumple en Venezuela la primera función radial,
entrando en acción con un transmisor Western Electric de 1 Kw. Como sistemas de
antenas, se instalan dos torres con alambres irradiantes. Su programación era
pobre: por la mañana se leen las noticias publicadas en El Nuevo Diario y se
transmite música de pianola y de discos de 78 revoluciones por minuto. Por la
noche, la programación era muy simple: la banda dirigida por Carlos Bonet, una
orquesta criolla bajo la dirección del maestro Pedro Elías Gutiérrez, algún
paso de comedia de los hermanos Álvarez Quintero, charlas humorísticas con
Rafael Guinand, arias de óperas interpretadas por cantantes venezolanos, actuaciones
de guitarristas y de algún recitador.
AYRE tuvo una vida efímera. La deficiencia de las
transmisiones, la negativa de los poseedores de receptores a pagar la cuota
mensual de 20 bolívares, por considerar deficiente la programación y la difícil
situación política, dan al traste con la emisora, que termina siendo
clausurada. Aunque nace bajo el cobijo del poder político, AYRE definitivamente
representa el primer paso importante que permite abrir el camino a otras
estaciones de radio que surgen posteriormente.
La Radio ya comienza a popularizarse. En Caracas,
prácticamente todas las casas cuentan con un aparato de radio. Son pocas las
personas que después de las comidas, salen a la calle en busca de diversión. Es
mejor disfrutar de un concierto chino. Por las noches, a partir de las 7, los
altoparlantes de las tiendas, botiquines o cualquier establecimiento amenizan
el caminar de los transeúntes, con la programación que tienen al aire.
Es importante destacar que la Radio en Venezuela -desde
su creación, y según la Ley Internacional de Comunicaciones- ostenta como
matrícula internacional las siglas YV, que han sido utilizadas por cada una de
las estaciones radioemisoras.
LA INICIATIVA PRIVADA LE DA VIDA A LA BROADCASTING
CARACAS
Dos Años después de desaparecer AYRE, nace en Venezuela
otra nueva estación de radio: La Broadcasting Caracas. En esta oportunidad la
aventura tenía unas bases más firmes y unas aspiraciones más concretas. Es
producto de la iniciativa privada.
Para 1930, en el país se percibe un ambiente ideal de
libertad. Las luchas contra el régimen del General Juan Vicente Gómez no han
sido en vano. La palabra democracia empieza a retumbar en los oídos de los
venezolanos. Bajo este clima, un hombre inquieto que siente el gusanillo de la
radio y que, en sus viajes a los Estados Unidos, ha logrado comprender la
importancia que posee un medio de masas como ese para un pueblo como el
nuestro, inicia todos los esfuerzos para que en Caracas se monte una estación
de radio. Ese hombre era Edgar J. Anzola, quien para la época presta sus
servicios en El Almacén Americano, propiedad de William H. Phelps.
Prácticamente, Anzola tenía en sus manos al empresario
capaz de acometer la instalación de esa emisora de radio: el Señor Phelps,
hombre de negocios y conocedor del medio, quien además era dueño de El
Automóvil Universal y del ya mencionado Almacén Americano. Allí ya están los
radioreceptores RCA Victor, los discos y aparatos reproductores, las máquinas
de escribir Underwood, las refrigeradoras Frigidaire, las plantas eléctricas
Delco, los automóviles y camiones Ford. Entusiasmado con la idea de Anzola,
Phelps acepta la proposición y decide instalar una emisora exclusivamente
comercial. Así, William Phelps, Edgar Anzola y Ricardo Espina se unen para
fundarla.
Después de un arduo trabajo se tiene todo listo para que
la Broadcasting Caracas salga al aire. Se realizan cuidadosas pruebas para
determinar que todos los equipos funcionen a cabalidad. Dos de estas pruebas
tienen singular importancia. Una de ellas se realiza el 9 de Diciembre de 1930,
desde la Plaza del Teatro Nacional, con motivo de inaugurarse la estatua de
Henry Clay, dándose así la primera transmisión en remoto en Venezuela. Esa
fecha marca la salida al aire de esta nueva emisora que opera con un transmisor
de apenas 100 kilovatios. Al día siguiente, desde los salones del Country Club,
salen al aire las ejecuciones de la banda del crucero norteamericano
“Northampton”, a propósito de visitar La Guaira.
Estas transmisiones entusiasman a los caraqueños y
aumenta la venta de aparatos radioreceptores. La emisora se hace cada vez más
propicia para la propaganda comercial, que es su finalidad.
La inauguración oficial se efectúa el 11 de Diciembre de
1930 y todo está listo para su debut: las orquestas, los locutores, los
cantantes, los técnicos y hasta la propaganda comercial, que es mesurada,
discreta, dirigida en un lenguaje bien cuidado, como corresponde a la emisora
que marca la pauta de las futuras emisoras que se instalan en el país.
En su programación se incluyen musicales desde las 7 de
la noche hasta el cierre a las 10, pero las transmisiones comienzan a las 6 de
la tarde con “El Diario Hablado”, que se considera el primer informativo de la
radiodifusión venezolana. También a esa hora se pueden escuchar las noticias de
“Panorama Universal”, cuyo slogan “Dígalo por Panorama Universal y lo sabrá
Venezuela entera”, es todo un éxito.
Las siglas son 1BC. Luego le anteponen las siglas YV que,
en el código radiofónico internacional, corresponden a Venezuela. El número 1
corresponde al primer permiso otorgado en el país y las siguientes siglas son
las iniciales de la estación.
Broadcasting Caracas comienza con una programación casi
de ensayo, pues tiene que ir formando al personal que, al año siguiente, la
lleva a ocupar el puesto que se merece por el esfuerzo realizado. Meses después
comienza a transmitir desde la mañana hasta las once de la noche. Para la época
se acostumbra que las radios publiquen su programación en los periódicos del
país.
Esta emisora mantiene su continuidad desde 1930, ya que
nunca ha tenido interrupciones y siempre ha pertenecido a los mismos
propietarios. Desde 1937, fecha en la que cambia su nombre, se denomina Radio
Caracas Radio.
SIBLESZ CREA RADIODIFUSORA VENEZUELA
El 29 de mayo de 1932, con un transmisor de 50 vatios
construido por Gerardo Siblesz, se inicia Radiodifusora Venezuela. En sus
comienzos estuvo ubicada entre las esquinas de Miseria a Pinto y de allí la
trasladan -en 1940- al oeste de la ciudad, en un rincón de Catia conocido con
el nombre de Plan Chicato. La emisora acoge a los mismos animadores y artistas
que, el año 30, inician actividades en la Broadcasting Caracas. Destacan, entre
otros, Edgar J. Anzola. También actúan en la nueva estación las orquestas de
Carlos Bonet y Valeriano Ramos.
Esta emisora tiene sus antecedentes en otra estación, la
YB9BC, fundada por el mismo Siblesz el 5 de Abril de 1931, en su casa ubicada
en las esquinas de Bolero a Pineda, en el actual centro de Caracas. Allí
funciona más o menos durante un año. En todo esto destaca la capacidad técnica
de Siblesz, quien sin ser ingeniero, ni universitario, ni haber recibido la
orientación necesaria, construye los transmisores y repara cualquier
deficiencia técnica de los equipos.
De esa época se recuerdan como muy útiles, las
intervenciones de las radiodifusoras existentes en aquel momento, en especial
al producirse el rumor acerca de la salida de la Presidencia de la República de
Isaías Medina Angarita. Ante este suceso todas las emisoras callan, menos
Radiodifusora Venezuela que continúa transmitiendo. Las restantes estaciones
vuelven al aire inmediatamente, cuando se conoce que Medina ha renunciado. El
silencio que mantienen casi todas las radios, impide una conmoción interna
mucho más fuerte. Los rumores que circulan hablan que desde la zona occidente
avanzan hacia Caracas, cuerpos del Ejército dispuestos a sostener a Medina en
el poder. Subsanada la confusión y al restablecerse las transmisiones de todas
las emisoras, la oportuna información emitida por éstas, evita mayores
contratiempos.
ONDAS POPULARES: EL INICIO DE UN GRAN RADIODIFUSOR
Casi al comenzar la Broadcasting Caracas, en 1931, otro
destacado radiodifusor llamado Gonzalo Veloz Mancera, inaugura en esta estación
el programa Ondas Populares, nombre que posteriormente utiliza para bautizar
una emisora el 8 de Diciembre de 1935, la cual se convierte en la tercera
emisora fundada en Caracas. Pero hasta allí no llega la labor de Veloz Mancera,
puesto que en 1938 sale al aire la Emisora Vargas y, en 1944, lanza Radio
Cultura. También por su iniciativa, se crea en 1948 la emisora Crono Radar, la
cual cambió de nombre a Radio 1300.
Sin duda, Gonzalo Veloz Mancera fue uno de los hombres
que más luchó y defendió el medio radial. Ideó nuevos programas y le dio a la
radio una visión clara y precisa de cuál era su significado como medio masivo
de información.
En los años siguientes aparece otra emisora: La Voz de
Carabobo, en 1935.
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